Tuesday, June 12, 2007

Una nueva propuesta

Tiempo sin escribir y no creo que lo haga a menudo, así que cero promesas que serán incumplidas. Recientemente los equipos del béisbol profesional venezolano anunciaron, ante la inminente desaparición de las divisiones, que estudiaban la posibilidad de hacer un campeonato con 63 o 70 juegos, cifra aún no aclarada, pero ante el retardo de la decisión ha surgido una nueva propuesta que es perfectamente realizable y justa para cada equipo. Esa propuesta expone que se hagan 56 juegos, a razón de ocho por equipos contra cada rival.

Un campeonato con 63 encuentros traería injusticia, tanto a nivel económico como deportivamente hablando, ya que los equipos tendrían que disputar series dispares, ya se, esa situación se revertiría en posteriores campeonatos, pero este aspecto no tienen garantía, hasta la posible expansión podría contradecir totalmente esta propuesta. La única ventaja de jugar 63 encuentros es que es una cantidad viable (un partido más que los campeonatos precedentes), por cuanto 70 requeriría de muchas doble jornadas y escaso tiempo para el reajuste tan típico en nuestra liga debido a las lluvias.

Tomando en cuenta los aspectos negativos y positivos de las propuestas anteriores retomemos la propuesta hecha por el dirigente de los Caribes de Anzoátegui, Pablo Ruggeri, de hacer 56 encuentros y expongamos sus pro y sus contras. Obviamente 56 encuentros podrían acarrear también perdidas económicas a los equipos, es una baja importante de seis partidos con respecto al anterior campeonato. 56 encuentros dejaría a Caracas y a Magallanes con ocho encuentros entre ellos, precisamente la cifra de juegos con la que no estaban de acuerdo y por la que se promovió, en gran parte, el fin de las divisiones, decimos esto porque Magallanes no quería ser mudado a la división centro occidental tras la mudanza de Pastora a Porlamar y tener que reducir la cantidad de encuentros con su archirival, precisamente de diez a ocho encuentros. Además 56 encuentros traería el efecto totalmente opuesto a un campeonato con 70, dejaría mucho espacio libre, perdiéndose tiempo que podría ser dinero.

Ahora expongamos los aspectos positivos y que hacen más viable esta propuesta. Comencemos con el último de los puntos negativos, el tiempo y el dinero. 56 encuentros daría oportunidad a la liga de cuadrar serie interligas con alguno de nuestros rivales del Caribe. Así podríamos a mitad de campeonato apreciar un encuentro entre Licey y Caracas, Santurce y Magallanes, Mazatlán y Lara y pare usted de contar, sin tener que esperar hasta la Serie del Caribe. Estas series tendrían que obligatoriamente incidir sobre el record de los equipos en el campeonato regular, por lo tanto, debe haber paridad entre los cruces que se hagan. Quizás Dominicana y Puerto Rico no sean las opciones más viables debido a que estos países ya tienen tiempo realizando encuentros entre ellos, entonces miremos hacia otro lado muchísimo más prospero económicamente, México. Este país norteamericano siempre que ha montado Series del Caribe han resultado todo un éxito, lo que nos hace pensar que estos interligas no serían la excepción. La lejanía no debe ser mayor problema, tiempo habrá y dinero ni hablar, siempre y cuando se apueste al éxito.

Pero volvamos con los 56 encuentros y otro de sus tantos aspectos positivos. En los últimos años con el calendario de 62 encuentros se ha llegado a la fecha final con múltiples problemas, obviamente esto no tendría que pasar sí se cuenta con más tiempo para hacer ajustes. Por otro lado, muchos jugadores con restricciones de sus equipos de Grandes Ligas tendrían más incidencia sobre el curso del campeonato, ya que al hacer más estrecho el calendario mayor importancia cobra cada encuentro. En fin, el cambio de 62 a 56 no es tan brusco y bien podría ser mucho más rentable.